viernes, 14 de marzo de 2008

Agravio comparativo

Partamos de la base de que además de taxista soy un ciudadano enamorado de su ciudad.
Ahora bien, como taxista me paso unas cuantas horas al cabo del día en la calle, observando, y hablando con la clientela.
Obviamente, el punto de vista es diferente dependiendo de que lado de la barrera estés, así que ésto es discutible y para nada objetivo.
Me explico:
Si un motorista no lleva el casco o un conductor no se pone el cinturón, amén de la multa te quitan puntos de tu carnet. Me parece bien. Se sanciona a gentes que no velan por su seguridad, de la que solamente ellos son responsables, pero para eso está el Estado, para velar por ti si tu no puedes o quieres hacerlo.
Un motorista o un conductor se salta un semáforo en rojo o circula por la acera y es sancionado. Correcto, para eso está la luz roja y para eso se ha hecho la calzada.
Ahora bien, un peatón puede cruzar por en medio de la calle poniendo en riesgo su seguridad, (de la que es tan responsable como el motorista o el peatón de la suya) en lugar de hacerlo por el paso de peatones, pasar cuando el semáforo está en rojo incluso delante de la guardia urbana (no hay más que ir un día a la Plaça de Catalunya y pararse dos minutos a mirar), y no les dicen nada, no hay ni siquiera una regañina.
Eso sí, luego hay campañas que cuestan un dinero para concienciar a la gente de que el 25% de las muertes de tráfico en Barcelona son por atropellos y que a los dos días caen en el olvido.
No niego que los conductores tengamos nuestra parte de culpa, pero me parece que si ponemos todos un poquito de nuestra parte (utópico) la cosa sería más civilizada.