lunes, 23 de junio de 2008

23 Junio

Mal día.
Poco trabajo y mucho calor.
Se ve que el personal se ha ido de puente, y los guiris que se mueven de día prefieren otros medios de transporte.
Tal como me encuentro no es lo mejor. Necesito distraerme, no pensar. Son demasiadas cosas las que me rondan por la cabeza, y lo malo es que acuden en tropel, no me dejan dedicarme a una, y el ir dando vueltas por la ciudad sin que aparezca clientela acrecienta el agobio.
Noche de verbena, de juntarse con los amigos y disfrutar en una terraza con música de fondo y un gin tonic.
Bueno, en esta ocasión todo parece indicar que habrá alguna diferencia, será solo y en un balcón; eso sí, con unas vistas alucinantes de la ciudad, y el gin tonic no lo perdono.
Uno nada más, no quiero levantarme con un inútil dolor de cabeza. Además, lo último que hay que hacer con los problemas o las penas es ahogarlos, nadan estupendamente, y al final estás con tus penas y tus problemas y una resaca del copón.
Hoy me he encontrado con una vieja amiga, y me ha dicho que me encontraba estupendo.
No todo va a ser malo.

domingo, 22 de junio de 2008

22 Junio

Este fin de semana se ha celebrado el festival Sónar, para muchos el paradigma de la música electrónica.
Ni que decir tiene que los precios de las entradas eran a mi juicio abusivos ( como poco), y que el lugar elegido para la celebración (el recinto ferial de Gran Vía)es poco menos que el culo del mundo, como habrá podido comprobar todo aquel asistente que haya optado por el transporte público para acudir.
Uno de los grupos que actuaban era Madness, y eso me hizo pensar en acudir, luego, al ver los horarios -solo una hora de concierto- y los precios, -48 de vellón la entrada- me hicieron desistir. Eso sí, gracias al youtube le dí un repaso a los vídeos del grupo, y la verdad es que fue bastante contraproducente, sobre todo al ver "One Better Day" o "It Must Be Love" entre otras.
El bajón se presentó de repente, más que bajón diríase caída, pero bueno, llevo una temporada así, de modo que ya estoy acostumbrado al "ascensor cerebral", lo malo es que de momento no sube, pasa de planta al sótano, y del sótano a planta, sin alcanzar de momento los pisos superiores donde dicen que el aire es más sano.
Lo que no quita que al escuchar "Wings of a Dove" me pusiera a bailar por la habitación y pensara que lo mejor es hacer "One Step Beyond" y que se mueran los feos, por lo menos hasta que el ascensor vuelva a bajar.
Continuará...... o no.